La correcta exposición es el primer paso para lograr una fotografía de calidad. Con esto nos referimos a la exposición que tiene en cuenta la luz incidente sin importar el valor de reflectancia en la escena. La tarjeta de grises puede ser tu gran aliada para realizar correcciones de luz y color en una escena.
Medición de la luz
Las cámaras tienen un medidor de luz interno llamado exposímetro para ajustar la exposición de la luz en la escena. El problema es que no distingue los colores y todo lo convierte en escala de grises.
El exposímetro de la cámara te puede ayudar a medir la luz pero tienes que tener en cuenta que la medición que realiza es de la luz que se refleja en la escena y llega al sensor, no de la luz incidente, por lo que dependerá de la capacidad del color del objeto para absorber más o menos luz.
La mayoría de los exposímetros de las cámaras están calibrados para un 12% o 13% de luz reflejada. Se trata de un valor medio que funciona en muchas situaciones, sobre todo en exterior, por lo que podrás ajustar la exposición de forma bastante correcta.
Hay situaciones en las que la cámara te puede engañar y no refleja en la escena ese porcentaje de luz. Por ejemplo, cuando hay muchas partes oscuras o muchas partes claras en la imagen la cámara tiende a hacer una interpretación incorrecta de la exposición.
Es una escena con fondo negro la luz reflejada será inferior y cuando se trata de una escena con un paisaje nevado la luz reflejada será mucho mayor.
Para realizar una medición exacta están los fotómetros, quienes sí miden la luz que incide directamente sobre los objetos de la escena. El gran problema es que suelen ser objetos demasiados caros para una persona que se está iniciando.
Tarjeta de Grises
Una alternativa más barata para obtener la máxima precisión en la exposición de una escena y poder visualizar los colores deseados, es un accesorio muy sencillo llamado tarjeta de grises.
La tarjeta de grises es una superficie lisa, de un color gris medio que refleja un 18% de la luz incidente. Indica a la cámara las condiciones de iluminación que se quieren fotografiar para hacer una reproducción más exacta de los colores, por lo tanto, calcula la exposición correcta en base a la luz existente en una escena.
Las escenas en que se refleja más de un 18% de luz ocasionan imágenes sobreexpuestas.
Aquellas que reflejan menos del 18% se consideran imágenes subexpuestas.
Hay que tener en cuenta que la tarjeta de grises es útil cuando las condiciones de iluminación son constantes. Si cambia la iluminación así como la ubicación del sujeto u objeto a fotografiar habrá que volver a realizar el proceso para que la exposición sea correcta.
En fotografía de producto en conveniente que la utilices siempre para asegurarte de que se reproducen correctamente los colores.
Tarjeta de grises en la Exposición
Para realizar una correcta medición es conveniente que sigas estos pasos:
Sitúa la tarjeta de grises frente al sujeto u objeto principal de la imagen, lo más perpendicular posible. Esto es muy importante, pues una pequeña inclinación puede variar la exposición. Las condiciones de iluminación deben ser las que vamos a utilizar para fotografiar.
Escoge la medición matricial o ponderada al centro, pues es el que abarca más espacio en la escena.
Haz la fotografía de forma que la carta de grises ocupe todo el encuadre y ajusta el exposímetro a 0.
Tarjeta de grises en el Balance de Blancos
Si quieres lograr un color neutro, entre el blanco y el negro puros, es ideal definir el balance de blancos personalizado con la ayuda de una carta, que puede ser de gris medio.
Utilizar la tarjeta de grises al Disparar
Los primeros pasos serán como en el punto anterior:
Sitúa la tarjeta de grises frente al sujeto u objeto principal de la imagen, lo más perpendicular posible. Esto es muy importante, pues una pequeña inclinación puede variar la exposición. Las condiciones de iluminación deben ser las que vamos a utilizar para fotografiar.
Escoge la medición matricial o ponderada al centro, pues es el que abarca más espacio en la escena.
Haz la fotografía de forma que la carta de grises ocupe todo el encuadre y ajusta el exposímetro a 0.
Ahora debes coger tu cámara y realizar los siguiente:
Busca en el Menú la opción de «Balance de Blancos»
Escoge la opción de «Preajuste manual«
Luego selecciona la de «Usar foto»
Finalmente, escoge la imagen que acabas de realizar con la tarjeta de grises
Utilizar la tarjeta de grises en la Edición
Al igual que en los pasos anteriores, debes tener una fotografía de referencia con la tarjeta de grises frente al sujeto u objeto que vayas a fotografiar y siempre con las condiciones lumínicas que vayas a utilizar en tu sesión.
Es muy importante que la hagas en formato RAW para poder realizar correcciones sin pérdida de calidad.
Una vez terminada la sesión y llegado el momento de la edición podrás utilizar el programa de retoque que desees en el podrás corregir ese balance de blancos.
El proceso es muy sencillo:
Importas la fotografía con la carta de grises al programa
Escoges la herramienta «Cuentagotas«
Haces clic sobre un punto de la tarjeta de grises y el color se corregirá automáticamente.
De esta forma obtendrás un balance de blancos neutro y te dará colores más fieles a la realidad.
Puedes seguir haciendo ajustes a la fotografía en función de tus gustos. Ten en cuenta que, una vez hechos, podrás copiar todos esos cambios al resto de fotografías que se hayan realizado en las mismas condiciones.
Conclusiones
La tarjeta o carta de grises es una herramienta útil para ajustar la exposición y el balance de blancos de una imagen, de esta forma conseguirás eliminar las dominantes cromáticas.
Aunque hay otras cartas y herramientas más específicas para controlar el color de la escena, la tarjeta de grises es simple, económica y te ayuda a tener el control total en la exposición de una escena.
